Pin...

el 4.6.09   |  
Llevo ya un tiempo con la idea de publicar una reseña para este título menor aunque interesante, pero requería tiempo, del que no ando sobrado, pero al fin he logrado hacer algo medio decente, que creo que hace honor a este pequeño tesoro desconocido para muchos. Recupero el texto que comencé a preparar en... enero del 2008!!! y finiquito lo que considero el pago de una deuda.



Director: Sandor Stern
Canadá, 1988
Intérpretes principales:
David Hewlett.......... Leon Linden
Terry Quinn............ Dr. Linden
Cynthia Preston........ Ursula Linden
John Pyper-Ferguson.... Stan Fraker
Duración: 103 min./color

La historia parte de un relato del novelista Andrew Neiderman, un argumento con ecos de la obra de Robert Bloch, Psicosis. Neiderman posteriormente también vería adaptada otra de sus obras, The Devil's Advocate, en nuestro país estrenada con el título Pactar con el Diablo, con un Al Pacino un tanto pasado de rosca y con el siempre resolutivo aunque infumable Keanu "Neo" Reeves...

De su director, Sandor Stern, dedicado a productos televisivos varios, cabe destacar además de esta pequeña joya, su adaptación del relato de los habitantes del 112 de Ocean Avenue guionizándolo para la gran pantalla, lo que se conoció como Terror en Amityville. Tontearía con la execrable saga posteriormente en una de sus continuaciones, y aún seguiría ligado en cierto modo a la tenebrosa casa hasta el 2005, año en el que realizó un primer script que resultase desechado, para la revisitación del argumento por parte de, como no, la productora de Mr. Bay, Platinum Dunes, especializada en ese tipo de productos...



Con respecto al género, es difícilmente clasificable al no estar delimitada en una categoría particular. Posee elementos dramáticos y una gran carga psicológica, y la patología de su protagonista y sus actos podrían en cierto modo inclinarse al slasher (si bien no es un producto hemoglobínico en modo alguno).
David Hewlett, León en PIN...
La historia comienza con un grupo de niños que habían oído hablar de aquella gran casa y de un extraño habitante que siempre observa tras de sus cortinas inmóvil.


Los amigos expectantes observan como el más atrevido de ellos trepa hasta lo alto del edificio para intentar averiguar que se oculta tras el etéreo muro...


Y, tras oír una aguda voz sibilante en la quietud de la estancia, huye despavorido...


Así comienza la película, inicio lo bastante intrigante que nos hace preguntarnos que misterio se oculta tras ese inquietante perfil... Todo hace pensar que nos encontramos ante un telefilm de sobremesa, de hecho tiene aspecto de serlo, pero debemos esperar hasta el final...


Y para ello nos tenemos remontar a bastante tiempo atrás, cuando el Dr. Linden ( Terry Quinn, popular en la actualidad por su papel de John Locke en la televisiva "Perdidos" , aunque ya el Midas del pequeño formato, J.J. Abrahams, sabía de sus bondades, ya que había contado con el actor en la serie Alias, aún contando Quinn con memorables personajes como su creación en "El padrastro" ) comienza a aleccionar a sus dos hijos, León y Úrsula, a través de un curioso compañero de consulta, un muñeco anatómico a tamaño natural al que familiarmente conocen todos como "Pin", y que utiliza a modo de ventrílocuo con sus pequeños.



"Hola, soy PIN, y seré tu amigo hasta el final"

Pasan los años y el "juego" sigue su curso, aunque la fascinación y la confidencia del pequeño Leon con su amigo de plástico sigue creciendo, hasta el punto que PIN se consolida como su mayor depositario de secretos, además de inseparable compañero de juegos.

Pero el trauma infantil y la obsesión de León por su compañero de juegos y confidencias está por llegar... La visión de la enfermera del consultorio de su padre dedicada a explorar de una peculiar manera la anatomía de PIN horroriza al niño...


Único testigo del encuentro, el descenso a la locura de León comienza con este episodio que alimenta su misoginia y su repulsa al sexo...



 Y es que ya se sabe que los niños a ciertas edades son muy impresionables (aunque en aquel entonces la invasión anime y los programas del quore no habían pervertido las mentes de los infantes)

El tiempo y los años transcurren raudos y felices en el seno de la familia Linden, si bien el germen de la enfermedad de León no hace más que enraizar en su débil mente. Si bien PIN es su "muy mejor amigo", la relación con su hermana se torna más estrecha y protectora...


León (un desconocido David Hewlett, ahora más popular gracias a la televisiva Stargate: Atlantis) se convierte en un joven americano típico (de los del pastel de manzana y de la bandera de los USA), pero su angustia es interna, y poco a poco su hermana Úrsula va siendo consciente de que algo pasa con él, algo que éste rechaza de plano. Su consejero de plástico es su más fiel amigo, todos los demás traicionan su confianza y pretenden romper su vínculo. Los diálogos de León con PIN son cada vez más frecuentes, y la disociación mental cada vez más patente...



Una noche su padre descubre la enfermiza relación, y sospechando hasta que límites ha podido afectar mentalmente a su primogénito decide acabar con la situación de manera un tanto drástica.

"No padre, no. Esto no es lo que parece" (o quizás sí, pero sólo un poco...)

Pero la tragedia no hace más que comenzar. En una frenética carrera por deshacerse del cuerpo, la obsesión del Dr. Linden no hace más que distraerle de la carretera, sufriendo un terrible accidente donde él y su esposa fallecen.... ¿PIN lo provocó?


Tras el trágico óbito, la tía de los jóvenes no tarda en trasladarse a su hogar para hacerse cargo de ellos, si bien la situación no es del agrado de León, y mucho menos de PIN... Pronto se encargarán de la insoportable anciana.

"No vamos a permitir que entres en nuestras vidas"

Finalmente el infarto no se hace esperar y PIN, libre ya de toda intromisión, se encargará del bienestar de los hermanos.


La marioneta comienza a humanizarse, a apropiarse cada vez más de la personalidad de León, a controlar la vida de los hermanos Linden. El proceso degenarativo del joven se materializa en la transformación del... ¿títere? Pero... ¿quién controla ya a quien?


Su desviación malsana asusta a su hermana, quien reconoce los síntomas de la dolencia de su hermano, pero asiste desesperanzada a la espiral de deterioro que ocurre ante sus ojos. El proceso se ha complatedo, toda la razón y humanidad de su hermano aparece sentada ante ella: PIN.


Y ya es tarde, León no atiende a razones, obliga a Úrsula a tratar con respeto a su títere, sus reacciones son cada vez más violentas.


Ambos Linden establecen sus primeras relaciones sentimentales, aunque nuestro amigo de plástico siempre velará por la "castidad" de las mismas.


La figura represora, alter ego de León, disocia el sentimiento de culpa de León, de su sexualidad reprimida, y sirve de válvula de escape a sus instintos contenidos.


Temerosa, Úrsula acepta a regañadientes a que su novio, les visite... Pronto será consciente de la locura de León

"Hola Stan, te presento a Pin"


Todo lo que Úrsula le había comentado era cierto. Han de hospitalizar a León, acabar con su enfermiza pasión... Pero éste es consciente de sus planes y, aterrado por la perspectiva de perder a su amigo, acude a él para pedir consejo... Como siempre, el trozo de plástico toma la decisión más directa: cortar por la sano...

León convence a la pareja de su hermana para quedar a solas en su casa, limar asperezas. La relación ha empezado con mal pie, claro que la manera que Linden propone para normalizar la situación pasa por eliminar los elementos desestabilizadores... Y Stan, eres uno de ellos...






Úrsula descubre el horror que su hermano ha provocado... Pin está desatado y sólo existe una manera de acabar con esta locura: la ley del hacha... Expectante, el inquietante ser espera en su trono... ¿Logrará acabar con él?


Un final por esperado no menos sorprendente (que no desvelaré en estas líneas porque merece la pena ver esta poco más de hora y media de metraje para descubrir que pasó finalmente) en una película pequeña, que no menor...

Nadie se atreve aún...

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