Piratas del Caribe: En Mareas Misteriosas

el 21.5.11   |  

Con el final de la anterior trilogía pirata pergreñada por Gore Verbinski en comandita con el hiperbólico histrión en el que poco a poco Johnny Deep se está transformando, me dije a mi mismo: "creo que peor que esta tercera entrega no puede haber", y de he decir que al incluir dentro del reparto protagonista a nuestra oscarizada e internacional Pe (supongo que del agrado del director con el que anteriormente trabajó en el musical Nine ) mi convicción se tambaleó seriamente.


Presentada fuera de concurso hace escasos días en el festival de Cannes, estas misteriosas mareas nos trasladan al parecer poco tiempo después de la última aventura de nuestro intrépido capitán Jack Sparrow que, sin barco ni tripulación y abandonada ya la idea de embarcarse en búsqueda de un inimaginable tesoro, descubre que está siendo suplantado por un desconocido que desea emprender una incierta misión.
Una vez descubierto el engaño y a su impostor, en este caso impostora, la aguerrida y sibilina Angélica (Pe, quien si no), con la que mantuvo un dudoso affaire en tierras sevillanas para más señas, el lisérgico pirata se enrola irremediablemente, acompañado por su inseparable escudero Gibbs, en una fantástica odisea repleta de corsarios ingleses, zombies y voraces sirenas en una carrera contrarreloj contra la armada española y su némesis, Héctor Barbossa (Geoffrey Rush, el mejor con diferencia en todas y cada una de las entregas), en pos del ansiado tesoro de Ponce de León y el secreto de la inmortalidad codiciado por el más temible de los piratas, el mismísimo Barbanegra (interpretado al alimón por Ian McShane, que de seguro no será recordado por este papel en detrimento de su gran Al Swearengen en la televisiva Deadwood).


Rob Marshall dirige una trama donde el "misterio" tal y como reza el título está simplemente ausente, con un desenlace que tampoco es que depare demasiadas sopresas, una pareja protagonista que, al igual que le sucediese a Depp con Angelina Jolie en su anterior The Tourist, desprende muy poca química en pantalla (pese al "esfuerzo" de la de Alcobendas en simular ser buena actriz, no hay nada peor que tener "dos divas" en un rodaje), con alguna escena de acción eficazmente coreografiada y un hilo argumental alternativo, el romance contranatura entre un miembro de la tripulación, clérigo para más señas, y una cautiva sirena (mermaid en el original, la nereida heredera de la mitología griega clásica) del que podría haberse sacado más partido (sospecho que en futuras entregas así se hará). Quizás el equipo habitual de guionistas, responsables de las anteriores entregas de esta saga, bebieron bastante ligeramente de la novela fantástica en la que se dice se basa su historia, En Costas Extrañas (Tim Powers, publicada en nuestro país por Martínez Roca). Del score tampoco hay demasiado que contar, Zimmer fiel a la calidad a la que nos tiene acostumbrados retoma muchos de los compases y temas compuestos para sus piratas con un protagonismo de la guitarra acústica imprimiendo un carácter marcadamente latino-mediterráneo en muchos de los cortes, algunos como Angélica (que particularmente me recuerda al Rooftop Tango de Beltrami en Hellboy) o The Pirate That Should Not Be.


En resumen, una aventura de corsarios descafeinados que dura más de lo que tarda en olvidarse. Si el capitán Blood levantase la cabeza...

Título original: Pirates of the Caribbean: On Strange Tides
Año: 2011
Director: Rob Marshall
Intérpretes: Johnny Depp, Penélope Cruz, Geoffrey Rush, Ian McShane, Kevin McNally
Imbd
FilmAffinity
Rotten Tomatoes

Nadie se atreve aún...

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