Tres jóvenes adolescentes expuestos a la radiación de un extraño objeto luminoso (presumiblemente un meteorito enterrado bajo tierra por el impacto de su colisión) adquieren poderes sobrehumanos propios de superhéroe del cómic. Con una recién adquirida cámara de video uno de ellos se dedica a documentar día a día la evolución de sus recién adquiridas habilidades y el dominio de las mismas, pero pronto sus conflictos y dilemas personales harán que sus milagrosos dones se vuelvan contra ellos y contra todos los que les rodean.
El hijo de John Landis co-escribe con su director, Josh Trank, una historia con un soporte visual muy, demasiado extendido entre las "nuevas generaciones" de cineastas, un formato de video casero en primera persona a lo "indie" que afea y ensucia la imagen dando veracidad y realismo documental a cualquier argumento por inverosímil que parezca, la misma fórmula empleada, por poner un ejemplo, en títulos como Cloverfield (me resisto a subtitular como Monstruoso, traducción que tuvo el título en nuestro país), REC o anteriormente, El Proyecto de la Bruja de Blair, distanciándose de manera plausible de la "típica" película de superhéroes al uso, más próxima a tipos como los que pudimos ver en la serie Heroes que a los personajes de la DC o Marvel que invaden nuestras pantallas.
¿Bondades a destacar en Chronicle? Una de ellas, con reservas, es ese desmarque de los parámetros del género ya apuntado (incluso permitiéndose hace alguna broma siniestra al respecto en el descuartizamiento de una araña, guiño a la máxima "un gran poder conlleva una gran responsabilidad" de Spiderman) y su episódica fórmula en primera persona, aunque llegue en momentos a abusar de la misma tornándose excesiva su utilización como recurso narrativo.
Sin duda otro punto a favor es el empleo progresivo de los fx al servicio del desarrollo de la historia de nuestros tres protagonistas, estimulando nuestra expectación en cada etapa de evolución de sus facultades, con momentos ciertamente notables (a destacar el episodio del vuelo). Pero en este punto, fuera ya del apartado técnico, es el progreso del personaje principal interpretado por Dane DeHaan, Andrew Detmer, la gran baza donde se sustenta el film. Andrew es el arquetipo del loser inadaptado: adolescente introvertido, repudiado y sujeto a abusos por parte de todos, incluyendo problemas de violencia doméstica. La irrupción de estos nuevos milagros en su vida y la paulatina transformación de su carácter en una etapa vital, la adolescencia, no desprovista de cambios ya de por si; las implicaciones morales de ir más allá de lo simplemente humano y la ebriedad de poder que desencadena el espectacular final de Chronicle (junto a cada uno de los cortes que conforman ese camino a la perdición) consiguen que por instantes nos olvidemos asimismo que estamos ante un producto eminentemente palomitero juvenil de roles secundarios bidimensionales, mera comparsa de nuestro desterrado heroe convertido finalmente en villano, víctima del lado oscuro que subyace latente en todo ser humano.
Y es que ya lo hizo patente Lord Acton en su famoso dictum"el poder absoluto corrompe absolutamente".
Título original: Chronicle
Año: 2012
Director: Josh Trank
Intérpretes: Dane DeHaan, Alex Russell, Michael B. Jordan, Michael Kelly, Ashley Hinshaw
Imbd
FilmAffinity
Rotten Tomatoes
Nadie se atreve aún...
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