Viernes, segundo día de la Muestra. Las colas comienzan a animarse en el exterior de los cines Callao.
El leitmotiv del evento Syfy en esta edición es el Fin del Mundo con mayúsculas. La civilización maya profetizó la fatídica fecha para el 21 de diciembre de este año, así que qué mejor que hacerse a la idea con un buen puñado de títulos muestra del desastre que se avecina.
Comenzamos con la independiente Hell, ópera prima del realizador alemán Tim Felhbaum apadrinado por el mismísimo Roland Emmerich. Gran vencedora en la reciente edición de Fantasporto 2012 y acreedora de mútliples galardones desde que fuese estrenada en junio de 2011 en el festival de cine de Munich, su argumento es fiel exponente de los parámetros en los que se enmarca la presente Muestra: este opresivo thriller post-apocalíptico de tempo pausado y cuidada fotografía, narra la historia de un pequeño grupo de supervivientes, Marie, su novio Philip y su hermana, en su viaje hacia las montañas con la esperanza de poder encontrar agua en un mundo seco, arrasado por las emisiones de calor de un despiadado astro rey. Correctas interpretaciones y una sólida narración en la que resuenan en todo momento ecos del Cormac McCarthy de La Carretera, donde el sentido ético y los valores morales en un árido mundo sin esperanza quedarán supeditados a la supervivencia y supremacia del más fuerte.
No recuperados del impacto de la sesión anterior y para seguir con el tono apocalíptico de la tarde proseguimos con Stake Land, sangrienta road movie dirigida por Jim Mickle que ya pudimos disfrutar en el pasado festival de Sitges. Este retrato de una América urbana desolada, víctima de una plaga de zombies vampirizados, es la excusa para disfrutar de hora y media de survival con cazavampiros nada convencionales y multitud de guiños y tópicos para deleite del espectador aficionado.
Hemoglobina y cañas más tarde (alimentando cuerpo y retinas), nos unimos a un público que espera impaciente apostado en los aledaños de la sala para experimentar el momento más especial y, porque no decirlo, freak de la noche, la proyección de Hobo with a Shotgun, de Jason Eisener, film surgido de uno de los fake trailers incluidos en la doble sesión Grindhouse pergreñada por el tándem Rodríguez-Tarantino, homenaje al exploit setentero más lisérgico, bruto, surreal y descacharrante, con un envejecido Rutger Hauer que borda el papel de mendigo justiciero en una decadente urbe dominada por Kane, gerifalte paradigma de la degradación más recalcitrante. El patio de butacas confirma a Hobo como la película de la jornada y sacia nuestras reservas cinéfagas hasta el día siguiente, ecuador de la 9 Muestra de Cine Fantástico Syfy.
Nadie se atreve aún...
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