
Quien aún conserve la imagen de aquellos animalejos regordetes, humanoides semiidiotizados de sempiternas mucosidades colgantes y puntiagudas orejas de nuestra infancia david-gnomera se ha equivocado radicalmente de película, así que a partir de aquí recomiendo que abandone la lectura de este breve repaso a una historia no demasiado original, con una resolución tampoco demasiado novedosa pero con un planteamiento de lo más fresco y sin duda curioso.
Bien, veo que sigues leyendo, así que luego no digas que no te he avisado...
Ya desde su paso por el festival de Sundance, donde ya llamó la atención (recuerdo que algo pude leer en
Bloody Disgusting y echar una primera ojeada a los primeros teasers/avances de esta producción noruega) me atrajo la propuesta del para mi desconocido (seguro que a partir de ahora, más fuera de su patria, se empieza a oír sobre este realizador) André Øvredal, que con un modesto presupuesto (unos tres millones de dólares, que para un film independiente no está mal) se marca este falso documental donde unos jóvenes estudiantes universitarios investigan las múltiples denuncias de cazadores de osos de la zona sobre la extraña actividad de un furtivo que por allí merodea.

Una vez que se topan con el supuesto cazador, éste les desvela el secreto de su tarea: no es tal cazador ilegal, sino un funcionario del gobierno que ha dedicado la mayor parte de su vida a controlar las actividades irregulares de una extensa población de criaturas cuya existencia se oculta con celo... los Trolls.

En un comienzo los jóvenes asisten incrédulos a lo que parece la fantasía de un loco, pero poco a poco la evidencia de que algo fuera de lo común ocurre en la zona cobra visos de realidad cuando las primeras señales físicas empiezan a hacerse patentes... y no parece ser la obra de ningún oso o cualquier otro animal visto por los alrededores. ¿se estarán contagiando de la locura del huraño individuo?
La verdad no tarda en revelarse y, atónitos como los jóvenes reporteros, asistimos a una escena que a más de uno traerá al recuerdo otra similar de un título precursor en la larga y a veces tediosa carrera del falso documental,
El Proyecto de la Bruja de Blair, una huida en la oscuridad de los bosques noruegos con un final mucho menos indefinido que en aquella: nuestro avezado y experimentado Van Helsing noruego acaba, no sin esfuerzo, con una gigantesco ser tricéfalo, nuestro primer...¡avistamiento troll!

A partir de este primer contacto nos adentraremos en los quehaceres cotidianos de este particular agente del gobierno (pruebas sanguíneas incluídas), un rudo "hombre de negro" que ayuda a encubrir un secreto que las altas esferas políticas quieren mantener fuera de la opinión pública a toda costa, todo tratado, como no, con un estilo documental en un entorno sin duda privilegiado y con mucho sentido del humor...

Perdida la novedad la historia comienza a girar en torno a los diferentes avistamientos que mantiene nuestro pequeño grupo de reporteros con las diferentes tipologías de seres con las que diariamente lidia nuestro héroe encubierto interpretado por un siempre contenido Otto Jesperen, suerte de Sam Quint, otro inolvidable cazador de gigantes en otro título ya clásico,
Tiburón, de Steven Spielberg, lo mejor dentro de un desconocido reparto de jóvenes que pasan el trámite sin pena ni gloria.
Atemos una cabra al puente para atraer al... ¿T-Rex? No, a un troll esta vez... nuevo guiño a los dinosaurios de SpielbergDestaca por su efectividad la profusión de fx a cargo de la especialista noruega Storm Studios (responsables de la irreverente e interesante
Dead Snow, aquí bautizada poco originalmente como Zombies Nazis), que diseña unas criaturas del todo creíbles al servicio de la historia, una fábula de tintes modernos un tanto irregular y endeble en su resolución (todo el entramado conspiratorio y el precipitado final es lo más débil de esta curiosa historia), que no termina de cuajar del todo en un argumento que hubiese podido dar bastante más de si al igual que otra cinta de tierras nórdicas que el pasado año ha dado que hablar,
Rare Exports: A Christmas Tale, otra desmitificadora fábula nevada que a pesar de sus galardones (entre otros se llevó la máxima mención en la pasada edición del festival de Sitges) no termina de explotar la potencialidad de su sugerente punto de partida...
Distintas capas de musculares y de texturas en la creación de uno de los seres.
Distintas pruebas de textura y mapeado digital de los modelos utilizados en el film
Otro de los bichejos con los que nos toparemos en los atestados bosques noruegos...
Un guiño a otro título de monstruos gigantes: la persecución del T-Rex en Parque Jurásico, protagonizada esta vez por un malencarado ogro de las nieves.
A la caza del monstruo: Robert Shaw (Quint en Tiburón) vs Otto Jesperen (El Cazador en The Troll Hunter)
Mockumentary (del inglés mock-falso, simulado). Ya Orson Welles en su F for Fake o Woody Allen en la estupenda Zelig fueron pioneros en este estilo narrativo donde se presentan hechos ficticios de manera documental para reforzar la "veracidad" de los hechos expuestos
El malo de la función en su explicación oficial: todos los daños han sido ocasionados por un oso que merodeaba los alrededores... el encubrimiento del gobierno en acción.
Una de las escenas finales del film, en la guarida de los trolls, unos depredadores "estúpidos pero demoledores" según el curtido cazador narrador de este curiosa y fascinante cuento, que si bien débil en su tramo final no deja de ser una refrescante propuesta en un panorama actual demasiado prolijo en slashers, zombies sin alma ávidos de vísceras y de cerebros al dente, exorcismos e idilios vampíricos adolescentes a tutiplén.
Un rendido homenaje a los fabulosos seres que poblaban las fantasías de nuestra infancia, un pequeño destello del niño que todos llevamos dentro plasmado en momentos sin duda brillantes de esta interesante producción noruega, deudora de un estilo visual y narrativo que parece volver a cobrar fuerza después de recientes éxitos de taquilla (
Paranormal Activity,
Cloverfield o la venidera
The Last Exorcism, por mencionar unos cuantos títulos en el fantástico, sin olvidar las producciones patrias, como la saga REC, con una tercera parte,
REC:Génesis, pendiente de estreno y otra cuarta, Apocalipsis, en producción).
Y ya sabéis, cuidado con lo que puede esconderse en lo más profundo del bosque...
Pese a lo que pudiese parecer y como rezan los títulos de crédito finales del film ningún troll fue dañado durante el rodaje. Título original: Trolljegeren
Año: 2010
Director: André Øvredal
Intérpretes: Otto Jespersen, Hans Morten Hansen, Tomas Alf Larsen
Imbd
FilmAffinity
Rotten Tomatoes
Nadie se atreve aún...
¿Te animas a Comentar?
Si vas a dejar un comentario, procura tener habilitado tu perfil en Blogger o deja la url de tu blog (no enlace). No te preocupes si tu comentario no aparece al instante ya que ha de ser moderado previamente, pero prometo no demorarme mucho.